Nuestra poetisa de cabecera, Gloria García, ha escrito este poema dedicado a todos los niños, que en esta situación que estamos viviendo no pueden salir:
Por fin me he decidido
y he vaciado un cuarto,
y he cubierto su suelo
con una enorme alfombra
verde como la hierba,
y alrededor he puesto
todo un vergel de plantas
de interior que estaban
reposando por la casa.
Como estanque,
un barreño forrado
de papel de plata,
y sobre el agua
dos patitos de goma
con aires de grandeza.
La bombilla, desnuda
y aterida de frío,
la he convertido en sol,
forrándola con flecos
de un chal que no servía,
y he colgado en el techo
nubes de cartulina
con hilos y chinchetas.
Con una escoba vieja
he construido un árbol
lleno de pajaritas
que he hecho con papel.
Y para terminar,
he incorporado al cuarto
dos perritos de plástico
y un potente triciclo
y he cerrado la puerta.
Despertaré mañana,
harta de soledad
y de calles vacías,
pero seré feliz
cuando abra la puerta
del cuarto que cerré.
Por fin, gracias a Dios….
¡Voy a entrar
en un parque!