Dinero, éxito, abundancia, prosperidad. Son conceptos que a muchos nos generan sentimientos encontrados. Por un lado se desean, pero por otro pueden provocar emociones o sensaciones, casi siempre inconscientes, que boicotean nuestro camino en la dirección que queremos lograr, como pueden ser las siguientes:

  • Falsa humildad: muchos consideran el éxito económico, o el querer prosperar económicamente, como algo negativo o peyorativo. El dinero no debe ser tu principal motivación en la vida, pero tampoco ha de rechazarse puesto que vivimos en una sociedad de intercambio. Humildad no es sinónimo de pobreza. El dinero y lo material es algo que podemos disfrutar y compartir mientras vivimos de forma temporal.
  • El apego al dinero: algunos prefieren no tenerlo o si lo tienen se apegan tanto que no lo disfrutan por miedo a perderlo, generándoles inseguridad, insatisfacción permanente e influyendo en sus decisiones y elecciones vitales.
  • Los ricos son malos y los pobres buenos: muchos piensan que el dinero es la causa de los males de nuestra sociedad, y que quienes lo tienen son personas deshonestas, viciosas, egoístas, explotadoras, carentes de espiritualidad y un sinfín de calificativos negativos, y por el contrario los pobres son buenos y personas con valores. Son falsos estereotipos, nada tiene que ver el dinero con ser o no buena gente.

Pero ¿qué o quiénes las determinan?

Todos los aprendizajes conscientes e inconscientes del pasado, la herencia sistémica familiar, los padres, el entorno y el contexto social han forjado las creencias que rigen nuestros comportamientos, condicionando silenciosamente nuestras decisiones.

Y ¿cuáles son tus creencias sobre la cantidad de abundancia que mereces? ¿Podrías identificarlas? Porque cuando nos dejamos llevar por el miedo, por las emociones negativas que éstas nos generan, nos bloqueamos. Hemos de liberarnos de cualquier limitación que impida que fluyamos con la abundancia.

Además, solemos confundir el dinero con la abundancia, pero no es lo mismo: una persona que fluye verdaderamente en la abundancia no es la que más tiene, sino la que más disfruta de lo que tiene. Un estado de abundancia es el resultado del fluir con aquello que abunda, sea o no material. El éxito material puede ser efímero, sin embargo la abundancia es permanente, es un estado interior de conexión con tu verdadera fuente.

Pero puedes estar tranquilo, que mientras tengas una buena gestión del dinero y de la abundancia, no pondrán en peligro tu escala de valores. Así que jamás te sientas culpable de prosperar a todos los niveles, pues tu éxito, cuando lo adquieres con integridad y honestidad, no quita a los otros lo que les corresponde, sino todo lo contrario: si vives en la máxima expresión de tu ser, puedes compartir tus dones e inspiración con los demás.