Seguro que alguna vez os han dicho eso de “consúltalo con la almohada” o “mañana lo verás de otra manera”. Y es que la sabiduría popular muchas veces da en el clavo. Durante el sueño, no sólo nos recuperamos físicamente, sino que el cerebro realiza una serie de procesos muy importantes que nos permiten aprender y mantener nuestro bienestar emocional.

Durante la fase REM, cuando soñamos (aunque no nos acordemos), nuestro cerebro está integrando las experiencias que hemos tenido a lo largo del día y dotándolas de significado, lo que nos permite aprender de ellas y relacionarlas con otras almacenadas en nuestras redes de memoria y conocimiento.

Además, si nos ha pasado algo que nos ha disgustado mucho o nos ha provocado una emoción muy intensa, la actividad cerebral de esta fase va a permitir que ésta sea modulada, de manera que la amígdala, la estructura cerebral encargada de la gestión emocional, no se bloquee y nuestro cerebro pueda trabajar en la gestión adaptativa de la situación.

Por eso, nuestros pacientes bien lo saben, le damos una gran la importancia al sueño, hemos decidido compartir con vosotros algunos de los consejos que damos en consulta que para logréis que vuestro descanso sea reparador:

  • Ten un horario más o menos estable para ir a dormir.
  • Si añades una rutina, mucho mejor. Si siempre haces las mismas cosas antes de irte a la cama, tu cuerpo sabrá cuándo llega la hora de dormir y se podrá ir desactivando.
  • Haz cenas ligeras y, si puede ser, dos horas antes de irte a dormir. Así, ya estarás terminando de hacer la digestión y tu cuerpo estará menos activo.
  • Mantén un ambiento confortable en tu habitación.
  • Intenta no hacer ejercicio en las horas previas; esto mantendrá tu organismo activo.
  • Controla el consumo de cafeína y de azúcar, especialmente desde la tarde.
  • Fuera móviles, tablets, portátiles y demás dispositivos que emitan luz de la habitación. Esto confunde a nuestro organismo y le hace pensar que no es la hora de descansar.
  • No ingieras mucho líquido durante la noche y haz pis antes de irte a la cama, o tendrás que levantarte a mitad de la noche. Lo que le decimos a los peques también vale para nosotros.
  • No utilices la cama para actividades que no estén relacionados con el descanso, como trabajar por ejemplo. Si lo haces, estarás enviando mensajes contradictorios a tu organismo.

Si a pesar de todas estas pautas os despertáis durante la noche, os despertáis con sensación de no haber descansado o sentís que algo no os deja dormir os recomendamos intentar descubrir qué os está quitando el sueño, ya que en ocasiones es una pista que nos da nuestro cuerpo de que algo nos está inquietando y no lo estamos atendiendo.

Que tengáis dulces sueños.