Tanto en este blog como en consulta no nos cansamos de decir lo importantes que son las emociones, pero pocas veces nos paramos a explicar qué son detenidamente, así que hoy os hablaremos de ellas.
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que nos ayudan a adaptarnos al medio en el que vivimos. Venimos de serie con ellas y son básicas para nuestra supervivencia. Constituyen nuestra primera herramienta de comunicación, ya que las empleamos desde que nacemos para expresar nuestras necesidades y para vincularnos a nuestras figuras de apego.
La importancia de las emociones para mantenernos con vida se refleja en la rapidísima capacidad de reacción que tenemos ante ellas. Esto podemos apreciarlo fácilmente con el miedo. Cuántas veces nos habremos llevado un susto y visto con el corazón en la boca antes de identificar que el origen de nuestro sobresalto es nuestro hijo saliendo de golpe de detrás de una puerta.
Esto ocurre porque la amígdala, la estructura cerebral encargada de procesar la información emocional, para asegurarse una rápida respuesta en situaciones de peligro tiene dos vías de comunicación. Por una lado, envía información a estructuras superiores de nuestro cerebro para dotarla de significado. Por otro está directamente conectado con las áreas más primitivas de nuestro cerebro, encargadas de funciones básicas como la modulación de la respuesta cardícaca o respiratoria. Así, no necesitamos esperar a entender la situación para reaccionar y ponernos a salvo si fuera necesario.
A nosotras nos gusta entender las emociones como una brújula que nos marca el camino, sin la que sería muy complicado manejarnos en el mundo. Incluso aunque esté muy oscuro o haya muros por delante y no sepamos qué hay detrás siempre nos indica la dirección en la que mirar. Porque siempre que hay una emoción, algo está pasando.