Ahora que se puede volver a salir a la calle sin mascarilla – siempre con precaución y respetando las medidas de seguridad – puede sorprendernos que el número de personas que nos resultan atractivas a simple vista ha disminuido.
Este suceso es explicado por las leyes de la Gestalt, escuela psicológica en la que Max Wertheimer elaboró diferentes leyes relacionadas con la percepción, tratando de estructurar cómo las personas distinguen y organizan los elementos visuales en su subconsciente. En este caso en concreto estaríamos hablando de la ley de cierre, que se basa en la tendencia de nuestro cerebro para rellenar o imaginar aquellas cosas que están incompletas, como la cara de las personas con la mascarilla, y la ley de simetría, que tiende a buscar la armonía y la concordancia. Por ello, cuando veíamos a alguien con mascarilla nuestro cerebro automáticamente buscaba “rellenar” esa falta de información y lo hacía buscando el equilibrio con lo que sí veíamos (en este caso los ojos). Es por eso que, si veíamos una persona en el metro con unos ojos impresionantes, nuestro cerebro automáticamente nos construía el resto de la cara en base a los cánones o estereotipos que nos concuerdan con esa belleza (unos dientes perfectos y blancos, unos labios carnosos, etc.).
Este fenómeno se ha confirmado en un estudio de la Universidad de Pensilvania con una muestra de más de 500 personas, donde se evaluaba el atractivo de personas con mascarilla y sin ella, siendo los resultados en la misma mujer un 71% más atractiva cuando llevaba mascarilla. En este estudio explican el mismo fenómeno bajo el nombre de “terminación amodal”, que básicamente se rige por el mismo concepto: el cerebro rellena la información que le falta.
Ha quedado claro que el cerebro tiende a completar las partes incompletas, pero ¿qué hace que cada uno lo complete de forma distinta? Según Bence Nanay se basa en las construcciones mentales que hacemos en base a la cultura y la información. Creamos imágenes mentales (“vemos” sin un estímulo externo) de belleza, que son inconscientes e involuntarias, con las que formamos esas caras. Por todo esto, cobra sentido ver una persona con ojos verdes asombrosos e imaginar que tendrá una sonrisa impecable, una mandíbula prominente o una nariz simétrica. Son construcciones basadas en la cultura occidental y las preferencias de cada persona, en base a caras que ya ha visto con anterioridad y le han resultado atractivas.
Este fenómeno con el uso de mascarillas ha ocurrido infinidad de veces con gente por la calle o que acabamos de conocer, y casi siempre cuando se quitaban la mascarilla ha sido una sorpresa. Conociendo la tendencia de nuestro cerebro es una situación lógica, pero no podemos olvidar que la diversidad es lo normal.
Bibliografía:
Nanay, B. (2018). La importancia de la terminación amodal en la percepción cotidiana. I-Percepción. https://doi.org/10.1177/2041669518788887
Patel, V., Mazzaferro, D. M., Sarwer, D. B., & Bartlett, S. P. (2020). Beauty and the Mask. Plastic and Reconstructive Surgery. Global Open, 8(8).
(Texto de nuestra alumna en prácticas María Rioja Cáceres)