La evolución de las tecnologías en los últimos años ha sido notable, creciendo de manera exponencial e influyendo considerablemente en la sociedad y, como consecuencia, cambiándola de forma que se encuentra cada vez más presente en la vida cotidiana, hasta el punto de depender por completo de ella en muchas ocasiones.

La Realidad Virtual (RV) acuñada por Jaron Lanier en 1987, ha revolucionado la sociedad con sus múltiples aplicaciones, una de ellas como herramienta psicoterapéutica en la Salud Mental. Al ser una herramienta novedosa y con proyecto de futuro muchos profesionales han demandado esta tecnología para utilizarla en sesiones de terapia con sus pacientes, sin embargo, otros profesionales del sector prefieren mantener las terapias clásicas cuyas evidencias científicas han demostrado fiabilidad y eficacia durante años.

La RV es la simulación de un escenario real en el que la persona interactúa en un entorno o situación parecida a la realidad. A través de software se pueden cambiar los medios con los que el paciente se relaciona de forma que sea una terapia más personalizada.

Se ha introducido como tratamiento psicoterapéutico en Trastornos de Ansiedad (Fobias Específicas, Fobia Social, Agorafobia, Trastorno de Estrés Postraumático (TEP)), Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), entre otros trastornos mentales.

Los estudios que se han realizado manifiestan que el mayor éxito se encuentra en Fobias Específicas en las que los pacientes con miedo a volar, a animales, a espacios cerrados (Claustrofobia) ven proyectada de manera virtual la situación que les genera esa ansiedad sometiéndose a una terapia de exposición virtual y, según los científicos, sin que resulte tan aversiva como en una exposición in vivo. Los resultados a estas pruebas muestran que tiene la misma eficacia o en ocasiones mayor que la terapia de exposición imaginativa o in vivo, demostrando que los pacientes que han recibido la terapia virtual han mejorado, recuperándose por completo de su miedo.

La RV e incluso la Realidad Aumentada (RA) (en 3D la misma situación se programa para que al paciente le aparezca por ejemplo los animales a los que tiene miedo) han demostrado ser una herramienta eficaz en su aplicación en Fobias Específicas. Sin embargo, a la hora de aplicar la técnica a otros trastornos se puede generar cierta controversia, por ejemplo, en estudios que se han realizado con pacientes con Fobia Social o TEP no parece que la herramienta sea muy efectiva y se necesitan más investigaciones para validarla. En estos trastornos la técnica que se suele utilizar es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) de la que se ha demostrado su eficacia, en la que el paciente se expone a situaciones problemáticas de su vida a través de las indicaciones del terapeuta, prestando atención e identificando los pensamientos y las emociones.

La RV aplicada a un paciente con TEP es valorable debido a que traumas como pueden ser un accidente de tráfico, una catástrofe natural, una violación, el maltrato, etc. son difíciles de proyectar de forma virtual en unas gafas o una pantalla porque son experiencias muy personales y el escenario en el que ha vivido la persona alguno de esos acontecimientos traumáticos no se puede simular de manera virtual con la esencia del propio recuerdo del paciente. Aunque los estudios han demostrado que en un caso de TEP se puede programar la RV con música, escenarios, luces, no se puede mostrar, por ejemplo, la cara de las personas que estaban con el paciente en el coche, etc. El TEP es un trastorno con el que hay que tener mucha delicadeza, dejando al paciente que explore y muestre su rabia, dolor, tristeza y otras emociones de forma paulatina, viajando mentalmente al recuerdo través de su memoria episódica cuando esté realmente preparado y sin sentirse obligado a vivir la situación de forma virtual.

En las fobias específicas como la agorafobia, el miedo a volar, entre otras, el uso de la herramienta de la Realidad Virtual (RV) puede ser una terapia de exposición favorable para el paciente, reduciendo su ansiedad considerablemente. Sin embargo, plantear el uso de la técnica virtual en un TEPT sería una terapia de exposición difícil de simular en un escenario virtual, puesto que el trauma de un paciente es una experiencia muy personal y cada persona lo manifiesta de manera diferente.

Es importante reflexionar acerca de si la psicoterapia con RV está privando al paciente de imaginar por sí mismo, de utilizar su memoria y revivir el recuerdo del suceso al mostrarle un escenario determinado y limitado, aunque sea posible personalizarlo. La capacidad del paciente para conectar son su interior en cierta medida se pierde, al igual que se pierde que conecte con ese acontecimiento y no con uno ficticio impuesto por la RV. Lo que sucede en terapia de manera inesperada es lo que hace que el paciente conecte con las emociones y con el suceso más directamente que si lo hace con unas gafas virtuales.

Finalmente decir que la RV es una herramienta costosa que puede ser útil en ocasiones y en otras no tanto. Cada terapeuta tiene una forma de trabajar y realizar los tratamientos de forma diferente, considerando unos la técnica como una revolución terapéutica y otros manteniéndose en las técnicas habituales.

Bibliografía:

Alcántara, M., Botella, C., Castro, M., y López-Soler, C. (2010) Sistema de realidad virtual EMMA-Infancia en el tratamiento psicológico de un menor con estrés postraumático. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 16(3), 189-206.

Botella, C., García-Palacios, A., Baños, R.M., y Quero, S. (2007) Realidad virtual y tratamientos psicológicos. Cuadernos de medicina psicosomática y psiquiátrica de enlace. 82.

Bueno-Sánchez, L., Díaz-Africano, N., Restrepo-García, D., Solano-Gualdrón, A., Gantiva, C. (2019). Realidad virtual como tratamiento para la fobia específica a las arañas: Una revisión sistemática. Psychologia, 13(1), 101-109. doi: 10.21500/19002386.4024

(Texto de nuestra alumna en prácticas Isabel T. García López)