La filmoterapia es una herramienta de apoyo en las sesiones terapéuticas en las que se utiliza el cine como metáfora para que el paciente haga el ejercicio de afrontar sus emociones, sentimientos, rasgos de personalidad, sucesos y vivencias de su historia con la historia de los personajes de la película. De esta forma, el paciente visualiza aspectos parecidos a los que han acontecido en su vida y conecta con más facilidad con ellos al verse reflejado en las vivencias de los personajes desde una perspectiva diferente y replanteándose posibles soluciones (véase Armijo, 2010 en Cancino, 2013).
El cine es un recurso muy útil en intervención terapéutica, sin embargo, a la hora de exponer este tipo de técnica el terapeuta debe ser consciente de múltiples factores, uno de ellos es si el paciente puede obtener beneficios con esta actividad, además de si está preparado para la visualización de películas similares a su propia historia de forma que no le afecte negativamente y se convierta en un problema añadido en lugar de un apoyo al tratamiento psicoterapéutico. También el terapeuta tiene que considerar y atender a los factores socioeconómicos, culturales, enfermedades, además de los emocionales. Por otro lado, cuando terapeuta-paciente están de acuerdo y se decide trabajar con la filmoterapia es fundamental que se prepare bien el ejercicio visualizando la película previamente y valorando todos los parámetros y situaciones que pueden suceder para orientar al paciente y ayudarle a identificar determinadas emociones, así como reubicar otras (Rico, 2014).
La película se puede ver con el terapeuta en consulta o se puede plantear al paciente que la visualice por cuenta propia siempre y cuando se garantice que dicha película sea segura y que el espacio de tiempo entre la visualización de la misma y la próxima consulta sea lo más corto posible (Rico, 2014).
Se expone al paciente para que además de afrontar su historia, empatice con el personaje, le entienda y conecte con la historia del protagonista de forma que le llegue y haga un viaje emocional en consonancia con los sucesos que van sucediendo a lo largo de la trama, y que si hay un momento dramático en el que el protagonista no consigue llegar al objetivo por los obstáculos que se interponen en su camino, el paciente se emocione y empatice con la emoción que está sintiendo el protagonista en ese momento. El objetivo es que se produzca una catarsis en la que el paciente deje que sus emociones se manifiesten libremente sin ser reprimidas viviéndolas tal y como son, de forma que las acepte y sienta la satisfacción de la liberación (Racionero, 2021).
Incluir el cine en consulta es una buena opción siempre y cuando se garantice que el ejercicio vaya a tener un efecto positivo en el paciente y que le ayude a evolucionar en su tratamiento. De hecho, en muchas ocasiones las personas, en general, son las que cuando tienen una emoción determinada ya sea tristeza, alegría, miedo o rabia les gusta ver una película en la que el protagonista tiene su misma emoción, o por el contario buscan escapar y evadirse de su emoción presente pasando a ver una película en la que experimentan un sentimiento diferente.
Bibliografía:
https://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/emociones-y-autoayuda/que-es-la-filmoterapia
https://www.aesed.com/upload/files/v43n4-5-cineterapia.pdf
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5117405
(Texto de nuestra alumna en prácticas Isabel T. García López)